lunes, 22 de febrero de 2016

CONSEJOS PARA AYUDAR A LOS NIÑOS DESOBEDIENTES.

Es muy importante que los adultos seamos capaces de manejar la desobediencia (yo prefiero decir que hacen o no caso, porque no me gusta la "obediencia" yo no quiero niños "oveja" quiero niños que piensen, que sepan tomar decisiones por si solos, pero claro que nos deben hacer caso, sobretodo si se trata de su seguridad, pero con límites) de los más pequeños. Los niños y niñas en general, están hechos un lío, necesitan seguridad, normas, rutinas y cariño. Ellos están probando lo que pueden y no pueden hacer, hasta donde les dejamos llegar pero no saben lo que está bien y lo que está mal. El adulto es quien debe aportarles ese conocimiento y darles de esta forma una seguridad, un no todo vale. Saber aceptar un "no" es importantisimo para su educación,  la formación de su propia identidad, así como para su independencia y toma de decisiones en un futuro.
6 Consejos para ayudarte con los niños y niñas desobedientes (1)imageneseducativas.com


  • Ejerce Disciplina positiva, poniendo límites a determinadas conductas.

Los niños y niñas necesitan saber lo que pueden y no pueden hacer. Esto les aporta seguridad. Están aprendiendo como deben comportarse y en determinados momentos no saben cuáles son las conductas y actitudes adecuadas.
Por ejemplo, cuando el pequeño se enfada y pega a otros niños: le diremos claramente “no se pega” y le ofreceremos otra alternativa, para que sepa lo que tiene que hacer “si estas enfadado por algo se lo dices a tu amiguito, le dices lo que quieres o te gustaría”.

  • Establece Normas claras, sencillas y consensuadas. 
Las normas deben ser claras, sencillas y consensuadas por todos. Las normas no deben ser vistas como una imposición, sino como unas reglas que todos debemos cumplir para una convivencia tranquila y feliz. Por ello debemos establecer las normas entre todos. Estas normas también deben ser claras y sencillas, es decir si algo no se puede hacer, no se puede hacer nunca, una norma que a veces es obligatoria y otras veces no lo es, lleva a que los pequeños no la comprendan y piensen que se la pueden saltar.

  • Refuerza el buen comportamiento.
No solo debemos prestar atención a los niños y niñas cuando nos desobedezcan o se porten mal, si hacemos esto, ellos llamarán nuestra atención con estas conductas.
Es importante señalarles lo que hacen bien, decirles lo contentos que estamos cuando han obedecido y prestarles atención.
  • Flexibilidad y autoridad democrática.
[Existen 3 tipos de estilos educativos diferentes: autoritario, permisivo y democrático. El autoritario se caracteriza por el excesivo control de los padres sobre los hijos, mientras que en el permisivo el control es insuficiente. Los padres con estilo democrático ejercen el control de una manera flexible. 

Características del estilo educativo democrático

Este estilo genera niños con buenos niveles de autocontrol y autoestima, capaces de persistir en tareas, hábiles para las relaciones personales. Niños independientes, pero cariñosos con un sistema moral propio.
El estilo democrático se refiere también a los padres con elevado control, pero flexibles, que dan explicaciones a los niños acordes a su edad. Son padres afectuosos, que piden a sus hijos que asuman responsabilidades, también acordes a su capacidad.
La comunicación familiar es buena. Son padres preocupados que ayudan a sus hijos en la toma de responsabilidades sirviéndoles de guía en tareas cada vez más difíciles, pero dejando que sean ellos las que las solventen.]
En importante que los pequeños comprendan el sentido de las reglas, para ello están no deben ser vistas como una imposición porque si. Para ello dialoga con ellos, escúchales y llega a acuerdos. A veces es bueno ceder en algo, les damos capacidad de elección.
Por ejemplo si quiere elegir la ropa que quiere ponerse le dejamos, si quiere elegir la comida o la hora de irse a dormir no le dejamos hacerlo.
  • Cuando la norma no se cumpla y el niño o niña desobedezca, actúa rápida e inmediatamente.
No entres en discusiones y peleas, simplemente no permitas que se salga con la suya. Por ejemplo: Le pedimos al niño que apague la tele y vaya a su cuarto a dormir, se niega a hacerlo. Simplemente apagamos la tele y le llevamos a su cuarto. Si llora o se queja, no entramos con él en una discusión o pelea, le decimos que es lo que hay que hacer, le tratamos con cariño y atención, pero no entramos en la lucha.
Debemos intentar que el pequeño se calme. El castigo sólo hará que se enfade más y que nos desespere más a nosotros. Usaremos entonces el tiempo fuera, le llevamos a un lugar agradable para pensar, donde se sienta a gusto y le facilite de esta forma la relajación. Si se niega, seremos nosotros los que nos vayamos a otro lugar, haciendo el tiempo fuera, le damos ejemplo y nos calmamos también.



  • Dale Cariño, y se comprensivo.

No entres en discusiones y peleas, simplemente no permitas que se salga con la suya. Por ejemplo: Le pedimos al niño que apague la tele y vaya a su cuarto a dormir, se niega a hacerlo. Simplemente apagamos la tele y le llevamos a su cuarto. Si llora o se queja, no entramos con él en una discusión o pelea, le decimos que es lo que hay que hacer, le tratamos con cariño y atención, pero no entramos en la lucha.
Debemos intentar que el pequeño se calme. El castigo sólo hará que se enfade más y que nos desespere más a nosotros. Usaremos entonces el tiempo fuera, le llevamos a un lugar agradable para pensar, donde se sienta a gusto y le facilite de esta forma la relajación. Si se niega, seremos nosotros los que nos vayamos a otro lugar, haciendo el tiempo fuera, le damos ejemplo y nos calmamos también.
Debemos comprender la edad y etapa por la que pasan los pequeños, ser conscientes de que están formando su identidad. No solicitarles cosas que no puedan o sepan hacer, ayudarles a hacer las cosas que les sean difíciles, etc....
No desesperar y entenderles, a fin de cuentas los adultos somos nosotros.

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