miércoles, 13 de abril de 2016

EL FRASCO DE LA CALMA


Resultado de imagen de maria montessori


María Montessori (1870-1952)  creó un método novedoso y revolucionario para educar a los niños. Esta educadora, médica, psiquiatra, filósofa y feminista, buscó la forma de sacar a la luz todas las potencialidades de los niños sin recurrir al castigo a través del afecto y del respecto. Así, en un ambiente enriquecido y preparado con la infraestructura y los materiales necesarios, los más pequeños pueden desarrollar sus habilidades en un proceso individual, guiado por profesionales. Existen muchos materiales y recursos del llamado "METODO MONTESSORI", uno de ellos es EL FRASCO DE LA CALMA que hoy os enseñaré a hacer. Este frasco es un recurso para calmar a los niños, si observamos que están demasiado nerviosos, agitados, o que tienen una rabieta, le ofreceremos el frasco y les pediremos que lo observen, poco a poco su respiración se irá acompasando y relajando, lo que hará que el niño se calme, no es un castigo, es un método como el yoga para los adultos.
Según algunos estudios, mientras que el niño observa la caída de brillo, puede organizar y centralizar el sistema nervioso. Cuando el niño está estresado, su ritmo cardíaco se acelera junto a su respiración y al ver la lenta caída del brillo, genera un modelo visual para inconscientemente entregar una señal al cerebro que disminuya la agitación. Además, mientras sucede esto, el adulto puede proporcionar un espacio para que el menor  trate de explicar las razones de la tristeza, la ira o la frustración.
Resultado de imagen de frasco de la calma montessori
Hay que considerar que cada niño responde de una manera diferente y que habrá que probar el interés que tenga frente a este pote de la calma. Asimismo, que éste funciona mejor con niños de dos a cinco años, y es importante que el tamaño del pote sea el apropiado al tamaño del niño.
Necesitarás: Un frasco de plástico (para que no se rompa si se cae), 1 o 2 cucharadas de pegamento transparete, 3 o 4 cucharaditas de purpurina, 1 gota de colorante alimenticio, agua caliente, champú para niños transparente o glicerina  y una pistola de silicona caliente para cerrar la tapa hermeticamente y que no puedan abrirlo. 
Pasos:
1. Pon agua caliente hasta algo menos de la mitad del frasco.
2. Añade el pegamento líquido hasta que veas que comienza a tener un aspecto más denso. Dependerá del tamaño que tenga tu frasco. Cuánto más pegamento eches, más despacio se moverán las purpurinas después.
3. Añade las dos cucharadas de glicerina o champú transparente. Y mezcla todo bien. El pegamento y la glicerina se usan para que existan fluidos de diferentes densidades, y que la purpurina descienda de diferente forma y velocidades.
4. Añade poco a poco el colorante hasta que coja el color que os guste. Mezcla de nuevo.
5. Añade la purpurina en la cantidad que desees. Puedes echar purpurinas de varios colores para que tenga un efecto aún más bonito. Mezcla, mezcla.
6. Añade más agua caliente hasta que rellenes el frasco, dejando un dedo de aire para que el contenido se mueva cuando sea agitado. Vuelve a mezclar.
7. Cuando el contenido esté listo, pega la tapa utilizando una pistola de cola caliente para que no se pueda abrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario