Quien no ha sufrido una pataleta, berrinche, rabieta...como lo queramos llamar. Hay niños que tienen más que otros, más frecuentes, más fuertes, no importa, dentro de un límite. Como adultos debemos tener varias cosas en cuenta;
- Es una reacción normal, debemos pensar que un niños tan pequeño, la época más terrible son los dos años, no tiene herramientas suficientes para expresar su ira, rabia o frustración, no sabe relajarse, no sabe expresarse con claridad, y mucho menos resolver un conflicto por si solo. Esta es la forma de liberar todo eso.
- Otra de las razones que tiene un niño para tener una rabieta es que quiere llamar nuestra atención, le da igual que le riñamos, que le castiguemos, mientras le hagamos caso. Si esta es su motivación la solución, teórica es sencilla, no hacerle caso, vigilarle para evitar que se haga daño, pero ignorarle. Cuando comprenda que ese no es el camino para obtener nuestra atención, cambiará. No olvidéis que cuando vuelva a un comportamiento normal debemos ofrecerle esa atención que demandaba.
- No debe importarnos "que dirán", en ocasiones reaccionamos equivocadamente, no por que no sepamos como hacerlo, si no por que los demás miran, opinan, y pasamos vergüenza, pensamos que nos juzgan.... Sois vosotros los que conocéis a vuestro peque, y sabéis como debéis manejar la situación. Hacedlo como creáis oportuno.
- Si lo que quiere es conseguir algo, un juguete, una chuche, etc, decidle que lo pida correctamente, y si creéis que no debéis dárselo, se lo decís "no, cuando te calmes si quieres te explico el porque". Un niño con dos años comprende explicaciones sencillas, lo que no acepta es el "no por que lo digo yo" o "no y punto".
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